Es el caso sin resolver por antonomasia. El comportamiento violento y destructivo de un loco que nunca ha sido atrapado; el escurridizo asesino de los mensajes cifrados que aterrorizó a la nación, el Jack el Destripador norteamericano. Se responsabilizó públicamente de 13 víctimas, luego de más, dos docenas más. La policía le atribuyó siete, cinco muertos. Puede que nunca se sepa el auténtico número de muertos. Una cosa es cierta: ese número incluye a los vivos. Basado en la historia real, "Zodiac" relata cómo un asesino en serie aterrorizó al área de la Bahía de San Francisco y se burló de las autoridades en cuatro jurisdicciones con sus claves y sus cartas durante décadas. Dar caza al cazador se convertiría en una obsesión para cuatro hombres, una obsesión que los convertiría en fantasmas de lo que eran antes, sus vidas construidas y destruidas por el innumerable rastro de pistas del asesino.CÓMO SE HIZO "ZODIAC"
Fue el ogro por excelencia. “Los que crecimos allí, en esa época, teníamos ese miedo infantil que se apoderaba de ti. ¿Y si era nuestro autobús? ¿Y si aparecía en nuestro barrio? Cuando eres niño haces de ello un drama mayor porque eso es lo que hacen los niños. Yo crecí en Marin y ahora conozco los lugares donde tuvieron lugar los crímenes, pero cuando se está en la escuela primaria, los niños no piensan en eso. Piensan, `Va a aparecer en nuestra escuela’”. Bienvenidos a la pesadilla de segundo curso de David Fincher. Al igual que muchos niños que crecieron en el área de la Bahía en los primeros años de la década de los 70, el director David Fincher, que tenía entonces 7 años, estaba cautivado por el invisible monstruo conocido sólo como Zodiac. “Recuerdo de niños hablar del asesino llamando al Dunbar Show. En 1974, nos mudamos y recuerdo darme cuenta de que en otros lugares, otras personas conocían al asesino Zodiac”, dice Fincher. Nunca en sus sueños más descabellados se imaginó que tres décadas más tarde le pedirían que imaginase una película que le llevaría a: volver sobre los pasos del asesino con varios de los policías que habían seguido la pista del asesino más famoso de su juventud; revisar 10.000 páginas de documentos y pruebas; entrevistar a las víctimas que habían sobrevivido, a los seres queridos de los que habían muerto y a los familiares de un principal sospechoso. En aquel momento, ese principal sospechoso era un ex profesor convertido en pedófilo, expulsado y encarcelado por acariciar a niños de primaria.
Fincher también sucumbiría a la necesidad de saber; una necesidad que estimuló la obsesión de un joven dibujante de chistes sobre política del San Francisco Chronicle de resolver el misterio de un asesino. Robert Graysmith canalizaría esa obsesión en dos libros, el best seller Zodiac y su continuación, Zodiac Unmasked, narrando minuciosamente cada hecho y atormentado matiz de lo no probado para los más implicados en las investigaciones en cuatro jurisdicciones, su burlón pero encantador colega Paul Avery y él mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario