domingo, 28 de febrero de 2010
Bastardos Sin Gloria (EE.UU. 2009)
Quentin Tarantino es un animal de cine y lo demuestra en cada una de sus películas. Sin nada que se parezca a una formación académica, su escuela fueron los cines de barrio, los films Clase B y la tonelada de películas que consumía a diario como empleado de un videoclub de Los Angeles. Le gusta homenajear a los géneros tradicionales y ponerles su marca. Ahora la emprende con una de guerra protagonizada por un comando de malditos, muy en la línea de “Doce del patíbulo”. El Teniente Aldo Raine (B. Pitt), es acá el líder de un grupo de guerrilla conformado por soldados judíos estadounidenses, dispuestos a despachar nazis sin parpadear durante la Segunda Guerra Mundial. No falta el villano sádico con el perfil del coronel de la Gestapo, Hans Landa, que habla cinco idiomas, posee una cultura exquisita y encanta a sus víctimas como una serpiente, antes de aniquilarlas. Se agrega la rubia de dos caras, Bridget von Hammersmark, que aparentemente convive con el Reich pero actúa como informante para ese ejército bastardo. Por sus conexiones, consiguen meterse en un cine de París repleto de altos mandos del régimen. Como en “Tiempos violentos”, como en “Kill Bill”, el cine de Tarantino, está cargado de guiños para cinéfilos y de una acción y un humor imparables. El director consigue siempre trabajar en dos registros y acierta. Por un lado, las referencias a clásicos del cine y la complicidad con la cinefilia. Por el otro, las ganas de que la platea en general disfrute de lo lindo con una trama intensa que te lleva de la nariz desde la primera secuencia. El tipo es feliz filmando y transmite esa dicha al espectador. No es poco.
Por:JORGE CARNEVALE Para: REVISTA NOTICIAS
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